lunes, 20 de enero de 2014

El juego


Comienza describiendo un salón de juegos, el establecimiento esta viejo, gastado y descuidado. El local esta lleno de prostitutas viejas y artificiales buscando la atención de los hombres con su belleza.
También encuentra poetas buscando un lugar donde desahogar sus pesadas palabras.

Entonces el poeta ve un cuadro, recuerda haber soñado con él, en el sueño por un momento se sintió como aquel cuadro abandonado en un rincón, observando con envidia el transcurso de la noche. 

Y entonces se horrorizó de ver a tantas personas acudir a una vida infeliz de vicios y prostitución, y que borrachos, prefieren ver y sentir su destino antes que encontrarse con que al final de todo no hay "nada".

Crepusculo Vesperino


El poeta comienza describiendo la noche dándole una personalidad femenina, la presenta como encantadora pero a la vez compañera de lo terrible, haciendo al hombre mostrar su peor lado.

Piensa que la noche favorece a los que buscan cansados el lecho para recuperar energías y aliviar el dolor del trabajo diario.
Aunque la oscuridad de la noche llama a otro tipo de personas -< Mientras tanto demonios malignos en la atmósfera de despiertan pesadamente>- Menciona a los hombres de negocios y sobre todo a las Prostitutas,  astutas criaturas que recorren y conocen ala perfección el centro de la ciudad buscando a hombres con ganas de perder lo ganado.

El poeta describe también los sonidos de la noche como un ruido molesto y las mesas de juego como zona de reunión de estafadores.
Y por ultimo nombra al ladrón, con la necesidad de robar para sobrevivir.

-¡Recojete alma mia en este grave instante y cierra tu odio a ese rugido!- exclama el poeta con miedo a volver a ser un discípulo de la noche y caer en la llamada de sus impulsos.
Quiere huir, pues ella es la perdición de los enfermos, te hace perder el juicio sin dar oportunidad de conocer la dulzura del hogar, pues el vicio solo se combate con la razón.

El esqueleto labrador



El poeta encuentra un libro bastante antiguo en, según su descripción, una biblioteca abandonada y polvorienta.
En el libro encuentra la imagen de unos esqueletos humanos cavando, aunque la imagen era triste, cree que el autor de la obra supo reflejar la belleza.

Define a los esqueletos como seres oscuros que utilizan la fuerza que les quedan para cavar aunque carezca de músculos.
Pregunta a estos labriegos a que granjero le tiene que llenar el granero forzados a salir de su supuesto descanso eterno.
Vuelve a preguntar, buscando de alguna manera forma respuesta a sus temores, si lo que intentan es demostrar que no hay infierno ni cielo en el mundo de los muertos, sino trabajo y trabajo toda la eternidad.

Por ultimo comparte con sus amigos los esqueletos la idea de que detrás de la muerte encontraremos la paz es falsa, que ni siquiera sabemos la verdad sobre ella, y que todos acabaremos luchando una vez mas, pues ni después de la muerte hallaremos descanso.